Artículo "Un Pacto contra las noticias falsas"
Un Pacto contra las noticias falsas
* Por Elaine Ford
El jueves pasado 17 partidos políticos suscribieron el Pacto Ético Electoral, un compromiso de buenas prácticas que impulsa el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) desde el año 2005. Este año dicho Pacto incorpora unos lineamientos sobre el uso de redes sociales, lo cual es muy oportuno, porque vemos en el último tiempo cómo los espacios digitales pueden convertirse en un campo de batalla especialmente en contextos electorales.
Quizás la principal preocupación es la proliferación de las noticias falsas o fake news. No solamente por el tipo de contenido que se difunde, sino por el impacto que este contenido puede tener en el sistema democrático al poder manipular una elección. A su vez, el auge de las redes sociales y la desafección hacia los partidos políticos tradicionales alientan al surgimiento de nuevos populismos y promesas falsas con el fin de captar votantes.
A ello hay que sumarle el escenario de pandemia que estamos viviendo, que agrava la situación, porque ese estado de crisis es perfecto para alentar la propagación de noticias falsas. Lo que tenemos es una fórmula que puede ser muy tóxica para nuestra gobernabilidad democrática, compuesta por: pandemia, populismo y desinformación.
Hace bien, entonces, el Pacto Ético Electoral en atender esta realidad y hacer énfasis en la desinformación. Al respecto, en el Pacto se menciona: “Comprometer a las organizaciones políticas, sus candidatos y candidatas, afiliados y afiliadas a no generar, promover o difundir campañas de desinformación, ni contenidos falsos o de agravio en redes sociales en contra de otras organizaciones y contendientes políticos o colectivos”.
Lamentablemente durante la pandemia por COVID-19 hemos sido testigos de la crisis global generada por la desinfodemia, es decir la abundancia de información falsa. Líderes y autoridades en el mundo han advertido sobre sus riesgos y consecuencias para la salud y la seguridad de las personas. A través del temor, la angustia y la incerticumbre las noticias falsas logran bloquear el raciocinio y juicio crítico del individuo, apelando al lado emocional, haciendo más facil manipular al colectivo.
Las noticias falsas tienen el propósito de difundir información que no es real, pero es verosímil y creíble. Ante la crisis sanitaria actual éstas socavan la integridad de las personas, la cohesión social y afectan las medidas de salud pública. Hemos visto la viralización de remedios caseros sin ningún sustento médico, información relacionada a las vacunas, al uso de mascarillas, al origen del virus y su propagación. También hemos escuchado las más diversas teorías de conspiración, la vinculación del virus con la tecnología 5G o con los migrantes; que solo han despertado el pánico y la desesperación de las personas.
Entonces, imaginemos este escenario de pandemia y desinformación en un contexto electoral. Es doblemente preocupante. Las promesas populistas abundarán y proliferará todo tipo de contenido, veraz y no veraz, que se viralizará por las redes sociales. De hecho, ya somos testigos de cómo algunos medios de comunicación y líderes de opinión actúan con total ligereza para hacer denuncias e informar a sus audiencias. Hoy en día los temas relacionados al manejo de la pandemia por parte del gobierno, también tienen un matiz político electoral, directa o indirectamente, por tanto el periodismo debe ser más prolijo aún para abordar estos asuntos de interés público.
Pero lo más alarmante es que los medios de comunicación deben ser uno de los actores más comprometidos en combatir las noticias falsas y no ser el generador de las mismas, como se ha identificado en algunos casos. El periodismo, a través de la verificación de hechos (fact-checkers), la confirmación de las fuentes, la entrega de información oportuna, objetiva y veraz; cumple su rol y contribuye así a disminuir la amenaza de las noticias falsas. El periodismo, justamente debe servir de contrapeso frente a la desinformación que circula.
En este sentido, también es destacable el llamado que hace el Pacto Ético Electoral al invocar a los medios de comunicación para “contribuir a un clima de respeto en la campaña electoral, guiándose bajo los principios de equidad, veracidad, objetividad y pluralismo democrático, en la cobertura de la campaña, contribuyendo además a combatir la desinformación y la propagación de noticias falsas”.
Siempre he sostenido que los principales pilares para atender los riesgos de la desinformación son: los medios de comunicación, las corporaciones de tecnología, los gobiernos y la sociedad civil. Todos tienen el deber de enfrentar a un mal que se propaga fácilmente en estos tiempos digitales y cuyo daño puede ser irreversible, como hemos visto en contextos electorales en otras latitudes.
A través del Pacto Ético Electoral el JNE hace un esfuerzo para poner sobre el tablero una realidad que nos afecta, pero que no debemos permitir vulnere los cimientos de nuestra sociedad y gobernabilidad democrática. Desde Democracia Digital hemos contribuido en sus lineamientos y deseamos sea de utilidad en este complejo panorama electoral que enfrentamos.
* Elaine Ford es directora fundadora de D&D Internacional - Democracia Digital. Es presidente de Internet Society (ISOC) - Perú y autora del libro “El reto de la democracia digital. Hacia una ciudadanía interconectada” (2019).