Por Elisson Diones Cazumbá, Google Policy Fellow para D&D Internacional - Democracia Digital, oriundo de Brasil.

El 28 de octubre se definirá al nuevo presidente de Brasil, el país más poblado y uno de los más influyentes de América del Sur. Por un lado, tenemos a Fernando Haddad, candidato del Partido de los Trabajadores y considerado por muchos "el próximo Lula" y, del otro lado, tenemos a Jair Bolsonaro, representante del Partido Social Liberal y considerado por muchos "el próximo Hitler", debido a sus constantes comentarios polémicos y contra los derechos de las minorías.

Hablando específicamente sobre la democracia digital, dos cosas que marcaron bastante el período de campaña electoral en Brasil fueron: las fake news y los discursos de odio. Es innegable el poder de las redes sociales y su influencia en diversas áreas de la sociedad. Ya hemos visto del potencial e influencia de Internet en las últimas elecciones de Estados Unidos e, incluso aquí en el Perú, en las elecciones municipales recientes. En Brasil no es diferente. Candidatos, partidos políticos y electores usan las redes sociales diariamente para defender sus pautas, compartir noticias y novedades, entre otros.

Los dos candidatos que participarán en la segunda vuelta en Brasil son de campos políticos opuestos, derecha e izquierda, pero no sólo en eso. También son opuestos en la defensa de ideales y en sus propuestas de gobierno. De un lado, está un candidato (Haddad) con una campaña enfocada en el lado social y defensa de los intereses de la sociedad, con varios proyectos en beneficio de la población más vulnerable, compitiendo por un partido que estuvo gobernando el país desde 2003 al 2016 y que su último presidente sufrió un proceso de impeachment. Del otro lado, tenemos a un candidato (Bolsonaro) considerado radical, fascista, machista, homofóbico y racista que promueve el libre acceso de la población al porte de armas de fuego para defenderse y pretende reducir los derechos del trabajador. Debido a esta polarización tan acentuada, es cada vez más fácil encontrar en Internet noticias hablando sobre la amplia circulación de fake news sobre ambos candidatos, discursos de odio entre personas con posiciones contrarias y hasta apologías y demostraciones de violencia por cuestiones políticas.

Teniendo en cuenta lo influyente que es Brasil en los otros países de América del Sur, en términos de economía y política, es de gran preocupación el escenario político actual brasileño. El país está pasando por una de sus elecciones más polarizadas, donde la desinformación viene siendo usada como modelo de campaña e influenciando directamente las intenciones de voto. Ambos candidatos son problemáticos, con sus pros y contras, siendo uno de ellos considerado una clara amenaza a la democracia y los derechos humanos en Brasil.

Seguiremos acompañando el escenario político, esperando que la población haga una buena elección de su nuevo representante.

La democracia tiene que vencer, SIEMPRE.

Crédito foto: Miguel Schincariol / AFP